Hoy, si el tiempo y la autoridad no lo impiden, dentro de las lecturas programadas por el Aula Literaria "Jesús Delgado Valhondo", nos visitará Fernando Sanmartín (Zaragoza, 1959).
Poeta y narrador, viajero culto y discreto, autor de títulos como La infancia y sus cómplices, Los ojos del domador, Infiel a los disfraces o Apuntes de París, entre otros, aquellos de vosotros que queráis disfrutar de buena literatura en compañía de un magnífico escritor, no deberíais faltar a la cita.
Para muestra, un botón:
"ALGUNOS dan bastonazos a su infancia. Reniegan de ella como si fuera una pequeña celda de la que tuvieron que escapar jugándose la vida. La infancia es un cloroformo del que algunos desean alejarse. Pero esto no sucede conmigo. Porque uno, en parte, es lo que ha sido. Yo fui jugador de futbolín, se me daba bien golpear la bola con un preciso giro de muñeca. Y me gustaba ganar. Porque la victoria daba lustre, te perfilaba como triunfador. Al futbolín se jugaba en parejas. Y nadie quería tener de compañero al “viudo”. Ese sí que era un niño extraño. Su madre había muerto. Vestía siempre de negro. Y traía su bocadillo envuelto en hojas de periódico, en las hojas que publican esquelas mortuorias. Tenía aire y gesto de loco que se contiene. Luego supe que comenzó medicina, tal vez para terminar de forense. Pero le perdí la pista.
Yo fui menestral del futbolín. Usando las dos manos. Con la vista fija en el terreno de juego. Y el ruido que hacían las barras de los jugadores no se parecía nada. El futbolín, muchas veces, era una mezcla de salmo religioso y antibiótico.
Pero un día lo dejamos. Igual que otras cosas. Para no volver. Como el toro enviado a los corrales que ya nunca regresará a la plaza".
(De La infancia y sus cómplices, Xordica, 2002)
A las 20,30 h. en el Salón Capilla del Parador Nacional "Vía de la Plata".
Yo fui menestral del futbolín. Usando las dos manos. Con la vista fija en el terreno de juego. Y el ruido que hacían las barras de los jugadores no se parecía nada. El futbolín, muchas veces, era una mezcla de salmo religioso y antibiótico.
Pero un día lo dejamos. Igual que otras cosas. Para no volver. Como el toro enviado a los corrales que ya nunca regresará a la plaza".
(De La infancia y sus cómplices, Xordica, 2002)
A las 20,30 h. en el Salón Capilla del Parador Nacional "Vía de la Plata".
Imagen Fernando Sanmartín: Patricio Julve
Seguro, Elías, que será un acto gratificante. ¡Qué envidia!
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto que me da envidia, eso ya te lo he dicho en otras ocasiones, pero me siento privilegiada por tener estos destellos, es otra forma de estar. Gracias.
ResponderEliminarBeso doble.
Qué cosas tan bonitas hacéis por ahí;-)
ResponderEliminarSeguro que fue estupendo.
Abrazos.
Queridas Paloma y Olga, querido Antonio:
ResponderEliminarFue realmente estupenda la lectura de Fernando.
Os enviaré el cuadernillo para que, aunque sea en la distancia, os sintáis partícipes.
Besos.