Pues estoy de acuerdo con mi tocayo. El poema, llámese jaikú o no, se eleva por si mismo, como murciélago o golondrina, sin necesidad de cómputo de sílabas. No se puede decir más en menos.
Elías Moro (Madrid, "cosecha" del 59). Jugaba al baloncesto. Ahora quiere a sus mujeres (4) y a sus amigos, lee lo que le dejan, escribe como puede, baila salsa (aunque lo que le gusta de verdad es el tango). Algún enemigo tendrá también por ahí, no voy a decir que no. Estado actual: escéptico.
TESTIGOS DE CARGO
"Cuando escribes te manchas de ti mismo". Tomás Sánchez Santiago Foto de Guillermo Gallego
Con un poema tan bueno, y que recoge tan a la perfección el espíritu del haiku, qué más da el cómputo de sílabas. Haiku redondo, sin casi.
ResponderEliminarPues estoy de acuerdo con mi tocayo. El poema, llámese jaikú o no, se eleva por si mismo, como murciélago o golondrina, sin necesidad de cómputo de sílabas. No se puede decir más en menos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Antonios, por vuestras amables impresiones sobre esta pincelada al vuelo.
ResponderEliminarAbrazos.