Sin entender muy bien por qué, siempre me ha
producido una extraña desazón y tristeza la elástica ortopedia de las fajas
para domar el abdomen, esas bragas color carne, los sujetadores puestos a secar
en la cuerda o el alambre, prendidos por la pinza.
O esos calcetines de mujer, casi transparentes de
tan finos, tan parecidos a medias cortadas por la mitad que acaban justo por
debajo de las rodillas y de ese mismo color carne.
Elementos
todos ellos acreditados de sobra como algunos de los antídotos más eficaces
contra la más acreditada de las lujurias.
Antilujuria ;-)
ResponderEliminarBesos.