Pierdo
el tiempo tan a conciencia, y tan bien, que cuando lo necesito para algo soy
incapaz de encontrar dónde demonios lo he puesto.
Y
no dejo de preguntarme si esto será virtud o defecto; lo que, bien visto, no es más que otra pérdida de tiempo.
Un amigo africano me dijo una vez, que no hay mejor manera de hacerse con el tiempo que perdiéndolo. En África nunca decimos "estoy perdiendo el tiempo, en su lugar decimos: estoy creando tiempo". Me he acordado de esto leyendo tu tiempo...
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