¡Qué desasosiego el que produce ese repiqueteo monocorde e imperioso del ring ring del teléfono rompiendo la madrugada, sacándonos del sueño y la cama con su rítmico apremio!
Esta noche, cada pocos minutos, suena en la casa de al lado con una insistencia que no parece augurar nada bueno.
No contesta nadie.
Me vuelvo a la cama luchando con -contra- el insomnio repentino, y rezando -es un decir- para que cualquier otra madrugada no sea en mi casa donde suene, tan a deshora, tan desafinada y machacona, esa urgencia amenazante.
Estupendamente expresado. Un teléfono en medio de la noche es la viva imagen de la angustia. En los últimos tiempos, por desgracia, alguna llamada de esas me ha sacado del sueño.
ResponderEliminarAbrazos.
me encanta la forma descriptiva de tus letras, es estar escuchando en ring ring.
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