Me acuerdo de que Guy de Maupassant se suicidó tres veces, ante el pasmo de su criado, porque se creía inmortal.
No lo era.
A la tercera, con un abrecartas (los dos primeros intentos fueron disparos a la sien) se seccionó la garganta.
Y fue la vencida.
No fue así. Maupassant no se creía inmortal. Padecía una enfermedad que lo estaba destrozando y llevando a la locura; en un momento de lucidez decidió suicidarse antes que caer en la demencia. Utilizó un revolver al que el criado, prudente, había retirado las balas y solo se quemó ligeramente la sien por el fulminante. Luego tomó en efecto un abrecartas y se hirió en la garganta, pero no murió. Todavía duró año y medio ingresado en un manicomio donde murió. La herida con el abrecartas fue muy leve y se curó enseguida.
ResponderEliminarEn primer lugar, gracias, Anónimo, por tu visita y precisiones sobre el asunto.
ResponderEliminarEn segundo, decirte que se trataba de hacer un poco de literatura con el mismo, dar, como si dijéramos, "otra vuelta de tuerca".
Un saludo