lunes, 14 de enero de 2013

El azar


El azar trenza sus hilos
y nos los escupe a la cara.

Viene de tan lejos que ya no recuerda
cómo dio sus primeros pasos,
de dónde la luz que lo guía,
hacía qué lugar la sombra que lo rodea.

El azar trenza sus hilos
hasta convertirlos en la soga
que nos ahorcará.

2 comentarios:

  1. Querido Elías: No estoy de acuerdo. Ni existe el azar, ni espero en esos hilos que ahorcarán no sé a quien. Ese acto de voluntad es ajeno al esfuerzo de toda mi vida. Esa renuncia a la lucidez no va conmigo. ¿Tanto leer para claudicar de este modo? No, gracias. Un abrazo.

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  2. Mejor acabar ahorcado por los hilos del azar que por las cuerdas de la rutina. Un abrazo.

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