61 -Nada, absolutamente nada compensa el sacrificio de la vida de un adolescente- dice Luder-. Por eso aborrezco a esos profetas endemoniados que conducen a toda una generación de jóvenes al martirio. Para ellos, sólo para ellos, habría que rescatar los castigos crueles que inventaron los antiguos: ahorcarlos con sus propias barbas y entregar sus restos a la voracidad de los cuervos.
62 -¿No te preocupa escribir desde hace treinta años para haber alcanzado tan minúscula celebridad?- le preguntan a Luder.
-Por supuesto. Me gustaría escribir treinta años más para llegar a ser completamente desconocido.
63 -Dije una vez que nuestro cuerpo, nuestra vida, eran como una casa alquilada- recuerda Luder-. Peor todavía: somos carromato de saltimbanqui, un pobre caparazón ambulante que sólo sirve para trasladar unos cuantos cachivaches de una época a otra de la historia.
64 Un amigo irrumpe en su casa para anunciarle que ya se firmó el armisticio.
-¡Bah!- comenta Luder. Ya te darás cuenta que la paz sólo consiste en cambiar la guerra de lugar.
62 -¿No te preocupa escribir desde hace treinta años para haber alcanzado tan minúscula celebridad?- le preguntan a Luder.
-Por supuesto. Me gustaría escribir treinta años más para llegar a ser completamente desconocido.
63 -Dije una vez que nuestro cuerpo, nuestra vida, eran como una casa alquilada- recuerda Luder-. Peor todavía: somos carromato de saltimbanqui, un pobre caparazón ambulante que sólo sirve para trasladar unos cuantos cachivaches de una época a otra de la historia.
64 Un amigo irrumpe en su casa para anunciarle que ya se firmó el armisticio.
-¡Bah!- comenta Luder. Ya te darás cuenta que la paz sólo consiste en cambiar la guerra de lugar.
65 -Leí en alguna parte esta frase- dice Luder-: "Nuestro primer deber es sobrevivir, ya luego nos ocuparemos de la victoria". Pero también podría decirse "Nuestro primer deber es la victoria, qué importa si no sobrevivimos". Todos los aforismos son reversibles.
Bendito Luder:
ResponderEliminar"Bendito el que sólo quiso un palo para escribir en la arena, una corbata de agua para la sed de sus mujeres, unos zapatos de esparto para transitar por la esperanza, una música cualquiera para alejar sus espantos"
Qué hermoso poema, Bendiciones, acabo de leerlo en el blog de Antón Castro. Gracias Elías
Menos mal que son reversibles: lo mismo da que da lo mismo, mientras el humo azulado de mi cigarrillo, se interpone entre la pantalla y mis ojitos, ¡Ay... mi Ribeyro del alma!
ResponderEliminarSaludos y buena salud.