domingo, 21 de octubre de 2012

Rapsodia y vanidad


Al poeta que lee sus versos no hay que pedirle además que domine el arte de la rapsodia.
Su vanidad, entonces, podría llegar a ser insoportable.

1 comentario:

  1. Yo más bien diría que Dios nos libre de los rapsodas, porque, a mi juicio, en su histrionismo, suelen olvidar el verdadero sentido del poema. (Una opinión).

    Abrazos.

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