Hay preciosos poemas en el barroco (recuerdo ahora uno de Lope y otro de Quevedo) donde "la Verdad" y "la Justicia" se presentan alegóricamente como dos doncellas que mueren vírgenes, "intocadas". La tuya es la versión moderna del mismo desengaño. (A los de historia de la literatura nos gustan mucho estas relaciones; ya nos conoces, Elías, y sabes lo tontos que podemos ser...je, je, aunque unos más que otras...)
Y sin embargo, Elías, tanto en quienes buscan y viven desde la verdad como en quienes trampean sin escrúpulos con ella, está siempre el abismo de caer durante tiempo y tiempo en la trampa falaz de los espejismos.
Acercarse a la verdad es ser capaz de aceptar la visión completa de lo que percibimos, empezando por la imagen completa de uno mismo, sin disfraces u ocultamientos. Empezaría a disolverse lo que nos incordia, por este simple principio y compromiso con la nitidez.
Elías Moro (Madrid, "cosecha" del 59). Jugaba al baloncesto. Ahora quiere a sus mujeres (4) y a sus amigos, lee lo que le dejan, escribe como puede, baila salsa (aunque lo que le gusta de verdad es el tango). Algún enemigo tendrá también por ahí, no voy a decir que no. Estado actual: escéptico.
TESTIGOS DE CARGO
"Cuando escribes te manchas de ti mismo". Tomás Sánchez Santiago Foto de Guillermo Gallego
Puestos a hablar de óvulos y espermatozoides, la verdad es la que se espera que cuentes cuando tu esposa, novia o amiga te coge en un renuncio.
ResponderEliminarUn saludo
La Verdad es Dios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como dice el dicho: más vale llegar a tiempo que estar rondando cien años.
ResponderEliminarLo verdadero prevalece lo falso envilece.
Hay preciosos poemas en el barroco (recuerdo ahora uno de Lope y otro de Quevedo) donde "la Verdad" y "la Justicia" se presentan alegóricamente como dos doncellas que mueren vírgenes, "intocadas".
ResponderEliminarLa tuya es la versión moderna del mismo desengaño.
(A los de historia de la literatura nos gustan mucho estas relaciones; ya nos conoces, Elías, y sabes lo tontos que podemos ser...je, je, aunque unos más que otras...)
Y sin embargo, Elías, tanto en quienes buscan y viven desde la verdad como en quienes trampean sin escrúpulos con ella, está siempre el abismo de caer durante tiempo y tiempo en la trampa falaz de los espejismos.
ResponderEliminarAcercarse a la verdad es ser capaz de aceptar la visión completa de lo que percibimos, empezando por la imagen completa de uno mismo, sin disfraces u ocultamientos. Empezaría a disolverse lo que nos incordia, por este simple principio y compromiso con la nitidez.
Un abrazo, caballero