Cada vez que muere un gran hombre, los imbéciles deberían preguntarse qué hacen ellos aquí todavía. Claro, que esto no deja de ser una contradicción manifiesta: su propia imbecilidad les niega tan simple interrogación, tan sucinto planteamiento. Lo que acaso sea lo mejor que pueda suceder, porque me echo a temblar si me paro a pensar un poco en la respuesta que se y nos darían.
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"Cada minuto nace un imbécil."
Dan Millman
Efectivamente, mejor no saberlo.
ResponderEliminar¡Y con cuántos, de estos especímenes, nos encontramos diariamente!
Un abrazo.