martes, 23 de noviembre de 2010

Pisando a fondo



Arranqué el motor de mi Volkswagen, metí primera, segunda, tercera, cuarta…

Pisando a fondo, con el coche lanzado cuesta abajo a todo lo que daba de sí, lo empotré en la puerta de su garaje.

Él estaba detrás, como siempre.

El “escarabajo” ha quedado siniestro total y yo me he roto las piernas y me he luxado tres vértebras, pero él no va coger más la sierra de calar o el puto taladro, ni en la siesta, ni a las tres de la mañana.


Lo van a tener que despegar de la pared con espátula.

6 comentarios:

  1. Isabel Román23 noviembre, 2010

    ¡Ay, cómo me gusta el humor negro de estos deslices! Ver tan bien (d)escrita por ti esa mala idea que entra a veces...Es una liberación, no te creas.


    Un abrazo, Elías; /y que festejeis muy bien vuestro aniversario. Adelante, y a por los próximos 28, que sois muy jóvenes).

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  2. Joder, Elías, si a tu vecino se le suelta un pedo a las tres de la mañana y a través del tabique te llega su sonido, ¿ya tiés prepará la guillotina? A cada entrega de los asesinatos de esta casa se me repliegan los ovíparos. Sutil como una navaja, empiezo a tenerte miedo lírico: Rebano, luego existo.

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  3. Gracias, Isabel.
    Siempre, tú lo sabes, es un placer encontrar tus comentarios en esta ventana.
    En cuanto a este en concreto, es que hay veces que entran unas ganas...

    Y eso espero: lo de festejar bien el aniversario, digo.

    Un beso.

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  4. Carlos: mi vecino, de momento, se salva, porque tenemos una cámara de aire que filtra todo sonido. Pero que se ande con "cuidao"; en cuanto se "deslice" un pelín, me lo cargo.

    Ya puestos...

    Un abrazo.

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  5. Jajajaja.
    He exclamado: "¡Hostias! Pero ¡qué bueno!"

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  6. Un texto muy bueno. Una venganza, con un punto suicida, de lo más vistosa y original.

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