Hace 4 años
viernes, 19 de noviembre de 2010
Cementerio Alemán (11)
JARDÍN PARA SOLDADO ALEMÁN
“There was a silence safe for the chanting chorus of the trees.”
(Stephen Crane: The Red Badge of Courage)
Después de recoger su cuerpo yerto,
extinto en el fragor de la batalla,
sacaron del bolsillo de su oscura chaqueta
una nota muy breve, tal vez un epitafio:
“Perdonad mis errores -decía -
tanta muerte cruel,
tanta sucia condena de los hombres.
Conoced que luché en el duro frente,
que lo hice por honor y por mi patria,
que fui poco feliz, acaso nada,
y no probé en mis labios
el pétalo caliente de otros labios.
No dejéis que si caigo
mis huesos y la carne que los cubre
descansen torpemente a la intemperie
comidos por la luz y por las larvas.
Llevadme al huerto aquel de los valientes,
haced un hueco grande como el alma
y dejadme reposar bajo la tierra fértil,
donde alcanzan los héroes
su comunión con Dios
y con los hombres”.
Mario Lourtau (Inédito)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hermoso epitafio, al que solo le pondría la pegas de la inexacitud (me parece) de las larvas, cuya labor también prosigue e incluso se incrementa bajo tierra. Pero es muy poco ante la fuerza de un testamento lúcido y sensible. La cita de Crane, apropiadísima: una exacta definiciòn del lugar al que esta dedicada la serie. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Alfredo, por tu sensible comentario.
ResponderEliminarA Mario le alegrará leerlo.
Un abrazo.
Hermoso, sentido poema. Todo él es válido, pero destaco un verso, "haced un hueco grande como el alma", magnitud no mensurable en la que todo dolor quisiera ser arropado, incluso en este caso irreparable para reposar tras la muerte. Es paradójicamente a los vivos a los que se refiere el texto: en nuestra memoria colectiva somos los depositarios de esas heridas que necesitan aliviarse. Y la memoria del dolor clama la ausencia de una mano suave, no más odio. El poeta lo expresa con esa magnífica expresión final: "donde alcanzan los héroes su comunión con Dios y con los hombres". Esa comunión es lo que hace que nada humano nos sea indiferente y nos afecten, afortunadamente, el eco y la huella de lo que no fue fácil. ¿Y si fuéramos todos vasos comunicantes?
ResponderEliminar