sábado, 20 de noviembre de 2010

Marengo


Para Paloma Corrales,
que tanto gusta de estos poemas.


Marengo


en la palabrería insulsa de los predicadores,
en la imposible levedad de la galena,
en la certidumbre amarga del laurel y la albahaca,
en la injuria del pordiosero que lo ha perdido todo,
en el pesaroso retorno de las grullas,
en la cobardía de las murmuraciones,
en la premura de los mensajeros,
desde la tortura amorosa de los impúberes.

6 comentarios:

  1. en la soledad de quien no espera...

    Me sumo, Elías, al gusto de Paloma por estos poemas. No hay duda de que esa enumeración abundante en imágenes, y la ausencia casi total de verbos, los dotan de una fuerza especial, con una carga seductora de sugerencias. Además, dan la sensación de que los textos estuvieran inacabados, para que el lector continuase sumando versos. O eso me parece.

    Un abrazo.

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  2. Preciosos versos dedicados a una gran poeta.
    Saludos codiales

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  3. Te comento desde el tlf (estoy en los madriles). Iba a decir que no sabes la ilusión que me hace, pero creo que lo sabes. Gracias, Elías, con esa sonrisa que acabas de dibujarme te abrazo.

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  4. Pues ya sabes, Antonio: a continuarlos, a seguir sumando.
    Precioso ese "en la soledad de quien no espera".
    ¿Por qué no se me habrá ocurrido a mí?

    Abrazo.

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  5. Gracias, Esmeralda.
    Totalmente de acuerdo en lo que dices de Paloma.

    Un beso.

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  6. Lo sé, Paloma: por eso lo he hecho, porque sabía que te haría ilusión.
    Y ya que otras cosas no, ¿por qué no regalar ilusión con algunos versos?

    Un beso.

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