viernes, 29 de octubre de 2010

Rosa



Rosa

en la frescura de la palabra nieve y la palabra agua,
en la acrobacia galante del colibrí,
en la felicidad de la perla en el cuello de las amantes,
en la inocencia de la campesina y el músico,
en la rosa intocable del poema,
en lo incomprensible del mandarín y su caligrafía,
en el abandono lento de los apeaderos,
de la geografía de los bazares de Oriente.

8 comentarios:

  1. Me lo llevo para la colección, ya lo sabes, me encantan, el poder de sugestión que tienen tus poemas de los colores me transporta siempre.

    Besos, más que muchos.

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  2. En todo eso está la calidez y la ternura del/de la rosa.
    Sugerente texto.
    Un abrazo.

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  3. Exquisita miniatura llena de matices: nos lleva de lo cercano a lo exótico, del hábito a la aventura, y al mismo tiempo, se cierra sobre sí misma guardando su secreto. Un disfrute, Elías.

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  4. Sencillo, suave, elegante... Te sumerge rápidamente en lo que tan rápidamente va representando...

    Un saludo cordial,

    Fernando

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  5. Ya sabes, Paloma, que no hay problema con eso.
    Uno más para tu carpeta.

    Otros tantos para ti.

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  6. Mercedes: aunque no siempre se consiguen esa calidez y ternura, se intenta de la mejor manera posible.

    Abrazos.

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  7. Gracias, Alfredo.
    Me alegro de que lo hayas disfrutado.

    Abrazo.

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  8. Gracias, Fernando, por esas tres "eses" resumiendo la sensación. (Vaya, otra "ese").

    Un saludo.

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