martes, 15 de julio de 2014

Consejo de un seductor fracasado


En el proceso de seducción de una mujer, el error más nefasto y común es que en cualquier momento de la conversación aparezca en tus labios el nombre de otra mujer, no digamos ya si va acompañado de algún elogio; así sea ésta tu madre, tu abuela difunta, o una tía monja de clausura que tienes en el pueblo, ella, el objeto de tus desvelos, la verá siempre como a una rival.    
Y toda tu estrategia, y todos tus anhelos, y toda tu esperanza, se vendrán abajo como un castillo de naipes en menos que canta un gallo.
Lo sé. Me ha pasado a mí. Y no en una, sino en varias ocasiones.
En fin, no sé; por si a alguien, hombre o mujer, le sirve de algo.

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