lunes, 17 de febrero de 2014

Canto VI (Tonino Guerra)



Canto sexto

La Bina vivía en una cabaña
en el camino malo y paseaba
con su cabra por el río.
Nadie sabía si era hombre o mujer:
tetas tenía, sí, pero también bigote
y unas botas enormes de montaña.
Nosotros, los chavales, queríamos saber
si debajo de las faldas había algo y qué era,
pero ella tenía siempre las piernas bien cerradas
envueltas en las enaguas.

Nunca se supo que hubiera estado con un hombre,
o con un animal, pero se sabe
que a la mayor de las tres hermanas americanas
le hacía ordeñar la cabra.
Le decía en voz baja: “Agárralo bien fuerte,
no lo sueltes”. Y a veces cubría con su mano
la de la muchacha y los últimos tirones
los hacía con ella para demostrarle que siempre quedaba
en el fondo del pezón una última gota de leche.

Ahora la Bina tiene casi cien años. Va
detrás de su cabra y no mira a la cara a nadie.

(La miel, 1981)

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