Hasta en el día más
perfecto que puedas imaginar, esa jornada repleta de planes felices que se van
cumpliendo en todos sus términos y detalles conforme a tus deseos, hay siempre un
imprevisto momento de incredulidad, un frío ramalazo de escepticismo, un inesperado
contrapunto de angustia.
Se llama poner los pies
en tierra.
Poner los pies en la tierra no solo te trae a la realidad...te hace descargar toda la tensión que guardabas y acumulabas por dentro..igual que la alectricidad pasa a través de ti y se pierde en la tierra...bss
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