Hoy me siento como en un bodegón de Morandi: un poco
desastrado y difuso, con muchos de mis asuntos como a punto de caerse por un
extremo de la mesa, de la vida.
Y sin embargo, Elías, qué equilibrio y sentido de las cosas, y qué sensibilidad ante los detalles de la vida vemos en ti los amigos. Hasta para hacer una entrada tan serena y especial como esta, con una sinceridad sin ocultarte y a la vez sin aristas frente a la intemperie. Tuya y no sabes de cuantísima gente. Abrazos
Y sin embargo, Elías, qué equilibrio y sentido de las cosas, y qué sensibilidad ante los detalles de la vida vemos en ti los amigos. Hasta para hacer una entrada tan serena y especial como esta, con una sinceridad sin ocultarte y a la vez sin aristas frente a la intemperie. Tuya y no sabes de cuantísima gente.
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