Me acuerdo del sonido de aquel disparo de escopeta con el que Hemingway se quitó la vida en su casa de Idaho.
Foto de Robert Capa
Me acuerdo del enloquecido ballet de las sábanas húmedas secándose al viento y al sol en balcones y terrazas, de su olor a nieve y sal, de su dulce y blanca tersura.
Imagen: Marcel Gautherot
Me acuerdo de cuando los mendigos pedían la limosna por amor de Dios. Pordioseros, les llamaban.