Qué triste esa genética de la barbarie, querido poeta, y cuántos efectos secundarios. Un abrazo desde Rivas.
Terribles, sí, querido amigo: el ser homano, tomado en su conjunto, cada vez me parece más abominable.Menos mal que simnepre hay excepciones. Gran abrazo desde el Guadiana.
Qué triste esa genética de la barbarie, querido poeta, y cuántos efectos secundarios. Un abrazo desde Rivas.
ResponderEliminarTerribles, sí, querido amigo: el ser homano, tomado en su conjunto, cada vez me parece más abominable.
ResponderEliminarMenos mal que simnepre hay excepciones. Gran abrazo desde el Guadiana.