Al leerlo, recuerdo también esa otra anécdota de Borges (no sé si cierta o apócrifa), en ocasión en que coincidió con Gerardo Diego, quizá a raíz de la concesión ex-aequo del Premio Cervantes. Al parecer, el poeta español saludó al argentino y éste le preguntó: "¿Quién eres?", a lo cual, aquél respondió: "Soy Gerardo". Y Borges: "¿Qué Gerardo?". Y el otro: "Diego". Y Borges, nuevamente: "En qué quedamos, ¿sos Gerardo o sos Diego?".
Al leerlo, recuerdo también esa otra anécdota de Borges (no sé si cierta o apócrifa), en ocasión en que coincidió con Gerardo Diego, quizá a raíz de la concesión ex-aequo del Premio Cervantes. Al parecer, el poeta español saludó al argentino y éste le preguntó: "¿Quién eres?", a lo cual, aquél respondió: "Soy Gerardo". Y Borges: "¿Qué Gerardo?". Y el otro: "Diego". Y Borges, nuevamente: "En qué quedamos, ¿sos Gerardo o sos Diego?".
ResponderEliminarUn abrazo,
Es que el ciego... Erudito, sí, pero mala leche para dar y tomar.
ResponderEliminarAbrazo.